Cuando pensamos en turrón, solemos imaginar una bandeja de dulces en Navidad. Pero el turrón artesano de Jijona es mucho más que eso: es un alimento con historia, elaborado con ingredientes naturales que aportan nutrientes reales. En Castillo de Jijona seguimos la receta tradicional: almendra Marcona, miel pura y clara de huevo. Nada más.
Un dulce con historia… y con nutrientes
El turrón de Jijona nace como una forma de aprovechar lo mejor del campo mediterráneo: almendra, miel y huevo. Con el tiempo se ha convertido en un símbolo de celebración, pero su base sigue siendo la misma: un producto concentrado en energía y nutrientes, elaborado sin prisas y sin aditivos artificiales.
Lejos de ser un simple “capricho”, el turrón artesano puede encajar en una alimentación equilibrada si se consume con moderación y si elegimos versiones de calidad, con ingredientes bien seleccionados.
La almendra Marcona: el corazón saludable del turrón
La protagonista absoluta del turrón artesano de Jijona es la almendra Marcona. Esta variedad, considerada una de las mejores del mundo, aporta:
- Grasas saludables, similares a las del aceite de oliva.
- Proteínas vegetales de calidad.
- Fibra, que contribuye a la saciedad.
- Vitaminas como la E, con acción antioxidante.
- Minerales como magnesio, calcio y potasio.
En un buen turrón artesano, el porcentaje de almendra es muy alto. Eso significa que gran parte del valor energético procede de estas grasas y proteínas saludables, no de azúcares añadidos baratos ni de rellenos sin valor nutricional.
La miel pura: energía y antioxidantes naturales
El segundo pilar del turrón es la miel. En la receta tradicional no se utilizan jarabes ni endulzantes artificiales: solo miel pura.
La miel aporta:
- Energía de absorción relativamente rápida, ideal para momentos puntuales de desgaste.
- Antioxidantes naturales, que ayudan a combatir el estrés oxidativo.
- Un sabor y aroma únicos, imposibles de imitar con azúcares refinados.
En Castillo de Jijona, la miel no es un simple endulzante: es parte clave del carácter del turrón, tanto en sabor como en textura.
Proteínas de calidad gracias a la clara de huevo
La clara de huevo redondea la receta aportando proteínas de alta calidad biológica. Su función no es solo nutricional: también da estructura, cuerpo y cremosidad a la masa de turrón de Jijona.
La combinación de almendra y clara de huevo convierte al turrón en un alimento interesante para:
- Personas activas que buscan energía concentrada.
- Momentos en los que se necesita un aporte extra de calorías y nutrientes (deporte, frío, esfuerzo físico).
¿Es el turrón artesano una opción saludable?
La respuesta depende de dos factores: la calidad del producto y la cantidad que consumimos.
Un turrón artesano con:
- Alto porcentaje de almendra Marcona.
- Miel pura como endulzante principal.
- Sin grasas hidrogenadas ni aceites de baja calidad.
- Sin colorantes ni aromas artificiales.
es un producto mucho más interesante que un dulce industrial cargado de azúcares, harinas refinadas y grasas baratas.
Además, existen variedades sin azúcares añadidos pensadas para quienes necesitan controlar su ingesta de azúcar. En Castillo de Jijona trabajamos gamas específicas sin azúcar que mantienen el sabor tradicional y respetan el proceso artesanal.
Cómo disfrutarlo durante todo el año
El turrón artesano de Jijona no tiene por qué limitarse a las fiestas navideñas. Algunas ideas para integrarlo en tu día a día:
- Como pequeño bocado energético con café o té.
- En dados sobre yogur natural o fruta.
- Desmigado en postres caseros, helados o tartas.
- Como detalle especial en desayunos de fin de semana.
La clave está en verlo como lo que es: un alimento concentrado, elaborado con materias primas de calidad, que se disfruta mejor en porciones pequeñas y con plena conciencia de lo que estamos tomando.
En cada trozo de turrón artesano de Castillo de Jijona hay algo más que dulzor: hay proteínas, grasas saludables, antioxidantes y siglos de saber hacer.

